Ser es libertad

Me gustaría que mientras lees este artículo, trates de no pensar en tus problemas, tus limitaciones, o en lo que estás viviendo en este momento, porque lo que te compartiré va mucho más allá de los conceptos humanos limitantes que nos han sido transmitidos en eras anteriores.

Así pues, te pido por favor que pongas tu mente en blanco. Lee estas páginas desde el amor y no desde la razón, porque la verdad está en el amor. Quiero iniciar esta vez a partir de un párrafo del Libro de Oro de Saint Germain que dice:

No continúes limitándote por conceptos humanos; trata de sentir esta verdad maravillosa con el sentimiento más profundo e intenso que puedas ordenar.

Ahora trata de interiorizar esto que voy a compartirte con el sentimiento más profundo e intenso que puedas ordenar. Trata de conectarte con el amor y con la radiación que se nos brinda a todos nosotros en este momento.

Acéptate tal como eres

Amar eso que eres es aceptarte con tus errores y virtudes. Fíjate que la bondad no te salva de equivocarte, y por eso las puertas del paraíso no están abiertas para la «gente buena», sino para quienes no se guían solo por los conceptos humanos y pueden sentir sin ningún tipo de limitación esta verdad que es el amor.

Las puertas están abiertas para quien no emite críticas ni juicios y acepta exactamente lo que hay, lo que viene y lo que es tal cual es, porque esa es la única verdad. Por ello, ama tus limitaciones. Estás donde estás gracias a todo lo que has vivido. Puedes reconocerlo y después cambiarlo.

Amar tus limitaciones es liberador. Al hacerlo puedes entender que han sido y son una herramienta enorme para poder alcanzar la libertad que deseas. Esto es extremadamente importante, ya que todos tenemos limitaciones creadas a raíz de muchas vivencias de nuestra niñez.

Honra todo lo que eres

Muchos de los patrones limitantes que experimentas en este momento son producto de lo vivido en esos años. Debes reconocer, amar, respetar y honrar esos sucesos tan cruciales para tu existencia. Honra eso que vino a tu vida, porque puede ser resultado de una entrega y un amor muy grandes.

Esa limitación puede enseñarte mucho, y el honrarla te hace respetar tu alma y tus deseos. Te hace ver el riesgo de verte atado por los conceptos humanos y de la falsa necesidad de dejarte guiar por ellos. Ahora puedes ser tal cual eres y hacer lo que deseas, sin que te importe la mirada del otro.

Cuando honras todo lo que eres, te conectas con tu ser superior. Cuando asumes tu ser siguiendo los dictados de tu alma, honras a tu Presencia Yo Soy. A lo largo de este camino en el cual vas a aprender a amarte y aceptarte tal como eres, lo primero que debes hacer es enamorarte de ti mismo.

Enamórate de ti

Establece una conexión contigo mismo. Cuando lo hagas, es probable que muchos de los que están contigo en este momento se alejen, pero no te desanimes. Es muy importante que te priorices en este momento si quieres alcanzar la libertad. Tal vez tengas que abrazar la soledad para empezar a conocerte a ti mismo.

Y que no te importe si te acompañan o no. Si te acompañan, bienvenidos, pero si no, que no sea motivo de preocupación, porque cuando uno se desprende delos seres y las cosas, duele. También deberás enamorarte de tu soledad. Cuando lo consigas, habrás avanzado un buen trecho. Te habrás desapegado de muchísimas personas y situaciones.

Ya no dependes de una figura humana para ser feliz; eres libre. A este respecto, te compartiré un ejemplo basado en algo que experimentó mi hija. Cuando era adolescente, no podía estar sola. Siempre tenía que estar acompañada y era muy dependiente de mí. Cuando se fue a vivir a Londres, estaba siempre rodeada de amigos.

Confinamiento y liberación

Siempre que le hablaba, estaba con alguien más. Tenía terror a la soledad, y por ello compartía casa con otras personas. Cuando le dije que había llegado el momento de alquilar un piso para ella sola, enseguida me dijo que no podía hacer eso. Sin embargo, el Universo fluyó y confluyó para que pudiera lograrlo.

Después de rentar el lugar, estuve el primer mes con ella, y luego partí. Yo no me preocupé, porque conozco la dinámica del Universo. Sabía que esto era un aprendizaje. Luego de dos meses de vivir completamente sola, me dijo: «Qué vida tan hermosa tengo». Aprendió a amar su libertad. Se dio cuenta que no depende de nadie para ser feliz.

Ella se enamoró de su soledad, cuando antes no podía estar ni una hora sola. Cuando yo estaba trabajando y la dejaba, me lo reprochaba con miradas, palabras y hechos. Me daba cuenta que muchos de sus silencios eran reproches. Ahora, siento una felicidad extrema al ver que ella ha conocido la libertad.

Abandona las resistencias

Mi hija pudo abandonar sus resistencias. Se separó de su novio y dijo: «Me voy a vivir sola». Se liberó y en dos meses de una soledad absoluta que el Universo le dio en forma de confinamiento sanitario, aprendió a amar su libertad. Durante dos meses, no pudo visitar ni a un solo amigo y nadie pudo entrar a su casa.

Si no hubiera sido por el confinamiento, esa casa hubiera estado siempre llena de amigos, y ella no hubiese conocido la soledad. Fíjate qué importante fue el confinamiento para que mi hija pudiera ser libre. Si no hubiese ocurrido, ella seguiría siendo dependiente de un novio, un amigo, o lo que fuese que ocupara un espacio a su lado.

Abandonar las resistencias es muy importante. Se esconden detrás de otros nombres, sobre todo, bajo la forma del apego. Muchas personas no se separan de parejas muy tóxicas por miedo a perder el dinero que les dan. Otros dicen: «Tengo construido un imperio», y sea éste grande o chiquito, se atan para siempre a bienes materiales.

Esas son enormes resistencias, y están evitando que seas libre. En realidad, no pasa nada si te separas y pasas un tiempo completamente sola o solo. Te vas a enamorar de la soledad. Y te repito una pregunta que te he hecho varias veces antes: ¿Qué es lo peor que te puede pasar? Lo peor que te puede pasar es que permanezcas como estás.

En el camino hacia la libertad hay un tramo que debemos recorrer solos. Nadie llega de la mano de otro a la libertad.

No tengas expectativas hacia nada ni nadie

El camino es individual y el sendero que lleva a la meta es muy angosto. Entra en él una sola persona a la vez. Por ello, deberás vivir la etapa final enamorándote de la soledad, ya que ahí encontrarás el amor a ti mismo. Cultiva el desapego absoluto hacia todo y hacia todos.

Cuando no tienes expectativas, no esperas algo del otro, y así nadie te decepciona. Nadie te miente, porque no te resistes a ver la verdad y no estás dispuesto a vendarte los ojos por conveniencia. No olvides que solo existe la verdad. La mentira está creada por tus expectativas.

Al desapegarte, nadie te miente. Las demás personas te muestran su verdad, y si no te gusta, no es problema de ellas, sino tuyo, porque has creado la expectativa de que sean distintas. Y si no se cumple dicha expectativa, tildas de mentira lo que es verdad. En cambio, si no esperas nada del otro, todo es perfección.

De esta manera, de lo primero que debes liberarte es del apego. Sobre todo, del apego a lo que «debería» ser, a lo que «me tienen que dar», y a lo que «tengo que recibir».

Confía y desapégate

Cuando te encuentras con un amigo, ambos disfrutan de la charla, se abrazan y pasan un buen rato. Cuando se despiden dices: «Que seas feliz» y se van. ¿Por qué puedes tener una buena relación con un amigo y no con tu padre, tu hermano, tu hijo o tu pareja? Debería ser exactamente lo mismo, ya que la vida siempre es un encuentro.

Por ejemplo, yo a mi hija no le pido explicaciones. Le he dicho: «Te respeto y respeto tus acciones y opiniones. Confío plenamente en ti». Si yo intentase controlarla, llegaría un momento en que me ocultaría cosas, porque mi hija es muy libre. Con toda seguridad me «mentiría» si yo intentara imponerle conductas o ideas.

Sé que hay cosas que mi hija no me cuenta porque ella así lo ha decidido. Si yo la presionara para que me contara absolutamente todo lo que hace, la estaría controlando, tendría expectativas hacia ella. Pero he decidido confiar en sus decisiones. Y ese debería ser el patrón de toda relación humana.

Solo existe la verdad

Si adoptas ese patrón en todas tus relaciones, nadie te mentirá, porque no existe la mentira, existe solo la verdad. La mentira es la verdad que no quieres aceptar. De igual manera, muchas personas tienen expectativas con sus hijos; eso las lleva a intentar controlar todas sus acciones, y ese es el camino más corto hacia la «mentira».

Los hijos quieren vivir su verdad; si tú no quieres verla es tu problema. Esto aplica también para las relaciones de pareja. Nadie le debe nada a nadie, así que no continúes limitándote por conceptos humanos errados y que van en contra de la ley del amor y la libertad.

La única ley verdadera es que cada persona es dueña y soberana de su vida. Cada quien decide vivir con lo que crea para sí. Cuando logres entender esto, te conectarás con la verdad y la libertad, y esto te llevará al amor infinito. El amor es un estado del ser. Tu corazón se va a llenar de un amor que no está dirigido hacia nada ni nadie.

No tener expectativas con nada ni nadie es el secreto de tu libertad. Vive todas tus relaciones como si fueran un encuentro entre amigos. A tus amigos no les pides explicaciones; disfrutas el momento que comparten y al terminar se van sin exigirse nada a cambio de su compañía.

Observa el amor en todo

El amor no es solamente un sentimiento provocado en ti por otra persona. Tú eres amor, y debes ver ese amor que eres en cada cosa y situación, aun en las imperfecciones. El ver y aceptar tus imperfecciones te llena de amor. Puedes verlo en el aire, el cielo, las nubes, los animales, las plantas y la libertad de los seres.

Observa la libertad de todos, independientemente de lo que tu juicio crea percibir como correcto o incorrecto. Cada persona decide por sí misma, así que ve la vida del otro con amor y aceptación total, con desapego, sin resistirte y sin tener expectativas. Empezarás a ver lo hermoso de ciertas situaciones y lo divertido de otras.

Es todo un trabajo y un aprendizaje. Es un camino a lo largo del cual observas, experimentas, te equivocas, te caes y te levantas. Cuando te caigas, afirma: «El único responsable soy yo. Ahora, ¿dónde estuvo mi error? ¿qué es lo que debo cambiar?». Nunca expreses: «Soy víctima de quienes me hacen daño».

La pregunta correcta es: «¿Por qué estoy creando estas cosas que me hacen daño?» Debes emprender un camino de autoconocimiento. Casi todos los seres humanos en este momento experimentan sufrimiento a causa de haber generado procesos creativos a partir del apego y las expectativas hacia seres y cosas.

El amor no se dirige hacia alguien o algo; el amor es

El amor es la única verdad y lo único que existe en este Universo. Yo nací en una familia muy religiosa, y recuerdo que me repetían todos los domingos: «Dios es amor». También estaba escrito en cartelitos pegados por todo el colegio, que también era religioso. Vine a entender el significado de esa frase muchos años más tarde.

Olvídate de Dios para ser Dios

La entendí cuando le di vuelta. En realidad, amor es Dios. Es lo único que existe y es la única verdad. El amor no se dirige hacia nada ni hacia nadie; el amor es, y debes convertirte en amor. Tiene que entrar por todos tus poros. El amor dirigido hacia otros hace que tengas expectativas de reciprocidad, y eso no es amor.

El amor es Dios, y cuando estás conectado a la Fuente eres Dios en acción. Debes iniciar un camino de desaprendizaje de todo lo que has asimilado hasta este momento, porque son conceptos humanos limitantes. Nadie está obligado a darte explicaciones de sus actos, ni tú estás obligado a darlas.

Nadie te debe nada

En el momento que empiezas a cuestionar a los demás, entras en la limitación y no en el amor. Todos los que están enojados con sus padres porque no les dieron lo que pensaban merecer han tenido la expectativa de recibir amor, dinero, atención, o algo más. Si ese es tu caso, transmuta esa energía en este mismo instante.

Cámbiala, porque no es verdad; nadie te debe nada. Si tu padre te abandonó, es porque quiso hacerlo, haciendo uso de su libertad. Si tu madre te «mintió», ¡no te ha hecho nada!

Cada uno actuó en expresión de su libertad y cada uno decidió, equivocadamente o no. Eso no te debe importar. La rueda de causa y efecto hará lo que tenga que hacer.

Por eso no debes juzgar, criticar, ni tener expectativas. Déjalos; son libres, y a través de sus actos han activado la rueda de causa y efecto. No te hagas parte de su accionar. Honra la libertad del otro y no dirijas tu amor hacia nada ni nadie. Más bien conviértete en un hermoso cuerpo vibrante de amor. Si todo lo amas, ya no necesitas nada.

Sé amor

Al llegar a ese estado, hasta te pones a llorar por todo, porque cualquier cosa te emociona. Disfrutas cada instante. Es bellísimo ser libre y saber que todo lo que viene a tu vida es amor. Empiezas a vivir en una gratitud enorme, y en ese momento ya no tienes limitación alguna. Agradeces la entrega de los maestros que se han brindado para ti.

Cuando no creas expectativas y haces todo por amor a ti, te conviertes en un ser libre. Abandonas todo concepto humano que te aparta del amor que eres. Al lograrlo, te conectas con la vibración de la alegría. Por eso yo me río mucho, de todo y con todos, hasta de mis conceptos errados y mis muchas equivocaciones.

No me lamento ni me pregunto por qué. Yo me río porque estoy en la vibración de la alegría, y este es el camino que elegí. Lo puedo recorrer gracias a que amo la libertad con todo mi ser. Siempre he buscado mi libertad y siempre he estado en contra de seguir el mismo camino de todos los demás.

Eres libre

Nunca me olvido de un noviecito que tenía y que estudiaba cartografía. Me hizo un cartel que decía: Roxy Libertad. Él me veía como libertad y veía en mí la libertad. Y hoy me levanté con una frase que dice: «rebosar en este punto del ahora». Eso es lo que tenemos que hacer, y para hacerlo tuve que entender todo lo que ahora te he compartido.

Todos necesitamos más que nunca este rebosamiento de alegría. Así que ponte a trabajar siguiendo estos consejos que te doy. Todos unidos, uno a uno, porque cuantos más seamos, más rápido saldremos de todas las limitaciones que nos hemos autoimpuesto.

Agradece el vivir con libertad este punto del ahora; en este momento tan hermoso y de tantos cambios. No sé si te has dado cuenta del enorme cambio que está teniendo ahora mismo la humanidad. Ese cambio necesita de todos nosotros, porque somos la luz que ilumina el camino.

Si te gustó este artículo y quieres profundizar más en este tema, te recomiendo que leas el artículo anterior: Si duele no es amor