Si deseas lograr un cambio, primero debes convertirte en él. Te tienes que transformar, y eso no resulta fácil, ya que los verdaderos cambios no son parciales. No puedes cambiar si te empeñas en sostener lo viejo. Muchas personas están apegadas a sus relaciones a pesar de saber que ya no funcionan, o que son muy tóxicas.
El cambio debe ser radical
Muchas personas se sostienen en la monotonía por años. Saben que tienen que hacer un cambio, pero no se animan a quedarse solos. Le tienen pavor a la transición necesaria para abrir un espacio por donde pueda llegar alguien más. Un cambio radical sería dar por terminada una relación desde el amor, la sinceridad y la lealtad.
Cierra por completo lo anterior y vete a vivir solo o sola para empezar una existencia diferente a la que tenías. Eso es un cambio radical, porque afecta a la parte fundamental de tu vida. Es muy diferente a sostener una relación tóxica o monótona, o sabiendo que ya no estás enamorada o enamorado de tu pareja.
Tal vez toleras la monotonía y la toxicidad, pero dices estar abierta o abierto a otras relaciones. Ese no es un cambio radical, sino uno sostenido por el miedo y los apegos. Te va a dañar y dañará a otros, empezando por tu actual pareja y siguiendo por tu familia, amistades y hasta la persona con la que entablas una nueva relación.
Un cambio radical implica empezar de cero y construir una vida nueva sin hacer daño. Implica sostenerte en la verdad, la lealtad y la sinceridad, sobre todo hacia uno mismo. Es muy distinto a buscar una nueva relación al mismo tiempo que sostengo la actual, «por si las dudas», o «por si me falla el tiro».
El cambio radical renueva toda la energía
Emprender un cambio parcial y sin soltar lo anterior solo sumará más problemas a los que ahora tienes. Así pues, debes distinguir entre un cambio radical y uno sostenido por el miedo y el apego. Este último provoca entrelazamientos kármicos, con sus consiguientes efectos desfavorables en tu vida.
Debes sostener el cambio radical aunque las emociones se disparen en ti. Esto último ocurre porque te has apegado a situaciones anteriores por miedo a un futuro que percibes como incierto. Entonces surge en tu mente la típica frase: «Más vale malo conocido que bueno por conocer». Es más fácil seguir sosteniéndote en los miedos.
Cuando realizas un cambio en una parte fundamental de tu vida, toda la energía se renueva. Los cambios radicales hacen que se libere y expanda la energía que estaba atascada y que sostenías debido al miedo. Cuando solo realizas un cambio parcial, la energía sigue tan atascada como antes.
Si los cambios no son verdaderos, pronto regresarás a tu antigua situación. Donde hay apegos hay miedos. Necesitas soltar todo y empezar algo distinto a lo que tenías antes.
Patea el tablero
Es natural tener miedo a lo desconocido. No sabes lo que va a venir, y entonces sostenerte en el pasado es una reacción muy usual. Otra reacción ante la resistencia al cambio es hacerte ilusiones ante situaciones inverosímiles. Cualquier ser que venga y te saque un poquito de tu vida rutinaria y monótona se vuelve maravilloso.
Sin embargo, antes de tomar una decisión apresurada, no olvides que para lograr un cambio real primero debes soltar lo que tienes hoy. Hasta ahora me he referido a las relaciones de pareja, pero este principio también se aplica a los trabajos. Puedes estar sosteniendo todo tipo de situaciones limitantes en tu trabajo por miedo al futuro.
A causa del miedo te mantienes en un trabajo que detestas, con un sueldo mediocre, en medio de un ambiente tóxico y con jefes insufribles. ¿En este momento realizas actividades que no te gustan? Entonces estás atada o atado a tus miedos, y por lo tanto, a la monotonía y los bloqueos.
Muchas veces, la mejor solución para lograr salir de situaciones financieras graves es patear el tablero y empezar todo desde cero. Con ello abres un espacio en el que puedes empezar a crear. Si tal perspectiva te aterra, pregúntate: «¿Qué puedo perder, si ya lo tengo todo perdido?».
Empieza de nuevo
Para hacer esto de forma efectiva, hay que trabajar en los miedos, y de ahí el título de este artículo. El cambio eres tú, y antes que nada, debes asumir esa tarea y convertirte en el cambio para poder tener ideas que te lleven a salir de ese lugar que es necesario abandonar.
Hay muchos lugares de los que debes salir en este momento, independientemente de que te encuentres muy contento en determinadas áreas de tu vida. ¿Y cómo sabes qué es lo que debes cambiar? Si tienes un problema en tus relaciones, tus finanzas o tu salud, allí está la respuesta.
Asimismo, en el caso de una adicción, lo primero para poder salir de ella es convertirte en el cambio. En muchas ocasiones, las personas que rodean a quien sufre una adicción lo presionan para que la supere porque tal conducta afecta sus propias vidas. Intentan ayudar al adicto incluso sin su autorización.
Si no te conviertes en el cambio, tarde o temprano te vas a sostener en aquello que ya tienes. Nada funcionará si no empiezas una nueva vida de cero.
Descubre tu pasión
Debes asumir este cambio radical. Debes desearlo y convertirte en él. Si tienes mucha resistencia a cambiar, es señal de que hay muchos miedos en ti. Debes traspasarlos para poder soltar lo que sostienes a pesar de que ya no te satisface. Solo así puedes escapar de la tentación de efectuar cambios parciales.
Esos cambios a medias están sostenidos por la frecuencia vibracional del miedo, y por lo tanto, no van a traer más que carencia a tu vida. Recuerda que la frecuencia vibracional de la abundancia está sostenida por el amor, la alegría, el gozo y la pasión. Todas estas emociones positivas sostienen el verdadero cambio.
Siempre debe acompañarte la pasión. ¿Y qué significa pasión? No asocies esta palabra sólo a las relaciones amorosas, sino al sentimiento de seguir y hacer todo lo que amas profundamente. Es seguir al objeto de tu amor asumiendo todas las consecuencias. Cuando te dedicas a algo que te apasiona, no tienes dudas.
Pasa de la sobrevivencia al vivir apasionado
Cuando haces algo que te apasiona, continúas tu camino a pesar de todas las circunstancias. Delegas todo lo que tenías antes y persigues esa pasión que has encontrado. Así es como debes vivir. Tu vida se tiene que convertir en pasión. Debes salir de la vida en modo de supervivencia y entrar en el modo apasionado.
En el modo supervivencia te conformas con lo que va llegando a ti. Te conformas con el trabajo mediocre, la relación conflictiva y la salud apenas pasable. Debes salir de la vida en modo de supervivencia si deseas conectar con la abundancia y que tus días sean un flujo perfecto, en el cual sabes lo que tienes que hacer y te animes a hacerlo.
Así pues, para poder tener una vida apasionada, completa y abundante, debes convertirte en el cambio. Nadie puede hacerlo por ti. Por eso te mencioné el caso de las adicciones, porque muchas veces otros seres se involucran en el cambio de quien sufre la adicción, y eso no funciona si ese ser no se convierte en el cambio.
Un decreto para iniciar el cambio
Puedes expresar continuamente un decreto muy útil y provechoso:
Yo Soy el cambio; yo me convierto en el cambio; el cambio Soy Yo.
Repite este decreto hasta que empieces a traspasar las barreras levantadas por los miedos que te sostienen en los cambios parciales en vez de propiciar cambios radicales, que son los únicos que funcionan. Radical significa romper con toda la estructura que tenías antes para empezar algo nuevo desde la raíz.
Y ese algo nuevo que debes iniciar tiene que estar sostenido por una mente empoderada, que logre traspasar los miedos. Asimismo, otra gran barrera es no conocer lo que de verdad te apasiona. A este respecto, podrías preguntarte: «¿Cómo seguir la ruta de mi pasión si no sé cuál es?».
El cambio radical que debes emprender empieza en tu mente, ya que es allí donde verdaderamente se genera. Por eso te he compartido un decreto para que puedas empezar a vislumbrarlo. El problema es permanecer sostenida o sostenido por los miedos, que te hacen aguantar situaciones en las que no estás bien.
Eleva tu frecuencia y hallarás tu pasión
Los miedos te impiden abandonar la tan famosa como nociva zona de confort. Piensas: «Mejor me quedo aquí y sostengo esto por si las dudas, porque no sé lo que podría venir». Esas frecuencias vibracionales bajas impiden que te conectes con tu verdadera pasión, porque la pasión es de una frecuencia altísima.
La frecuencia de la pasión te conecta directamente con la mayor abundancia. Debes alcanzar un punto en el que puedes dedicar todo el día a esa pasión, incluso sin que te importe el pago que recibas por ejercerla. Todos debemos desarrollar nuestras pasiones. Si no sabes cuáles son las tuyas, es que todavía estás en frecuencias bajas.
Y esas frecuencias están sostenidas por miedos, los cuales no te permiten ver ni conectarte con tu verdadera pasión. Es casi imposible hallarla si tu vida es monótona, en la que todos los días haces lo mismo. Vas a un trabajo que no te gusta y ni siquiera en tu ámbito más íntimo te sientes plena o pleno.
Tu mente está tan ocupada en sobrevivir que impide a tu Ser conectarse aquí y ahora a tu verdadera pasión. No hay forma de que te la comunique.
Dale vuelta y lo entenderás
Lo primero en lo que debes trabajar es en tu mente. Repite el decreto que te dí sin omitir alguna parte. No es lo mismo simplemente decir Yo Soy el cambio a también decir el cambio Soy Yo. Esta última frase expresa toda la fuerza de una orden dirigida a tu Presencia Yo Soy.
Fíjate en la sutil diferencia que hay entre las dos partes del decreto. Recuerdo que cuando era pequeña me llevaban a la iglesia y me hablaban siempre de Dios. Mi familia era muy religiosa y yo asistía a la escuela dominical. Un día me encontraba en un salón con un guía, y yo miraba los cartelitos que decían: Dios es amor.
En ese momento pensé: «¿Y si le damos vuelta a la frase?». Ahora decía amor es Dios, y la comprendí de una forma completamente diferente. Significa que cada vez que te conectas con el amor, te conviertes en Dios. ¿Y por qué te digo esto? Porque debes hacer lo mismo con el Yo Soy el cambio.
Dale vuelta a lo que parece una simple frase de autoayuda y expresa el cambio Soy Yo. El sentido de las palabras es diferente: Ahora te comunican la necesidad de ser uno con el cambio. Recuerda que al observar ese cambio, lo creas una y otra vez, hasta volverlo parte de tu esencia. Así apoyas a todos los que desean cambiar.
El cambio Soy Yo
Debes salir de relaciones, situaciones o lugares a los que te aferras por miedo a hacer este cambio radical. Analiza qué es lo que es urgente soltar a fin de desbloquear la energía y empezar una vida nueva. Piensa en ello y lo encontrarás. De hecho, estoy segura de que ya lo sabes. Ahora mismo lo estás sintiendo.
Hay muchas cosas en nuestras vidas que deben cambiar, ya que todo se interrelaciona. Una buena cantidad de bloqueos en el plano financiero tienen su origen en el ámbito afectivo. Las relaciones consumen grandes volúmenes de energía y desatan una estampida de emociones que te sostienen en bajas frecuencias.
Y de esta forma te sostienes en la carencia. Así pues, la cuestión no es simplemente solucionar los problemas financieros, sino ver qué cosas debes soltar en tu vida para que ésta fluya de nuevo. Así podrás encontrar tu verdadera pasión y desarrollarla. Recuerda que lo primero es trabajar en tu mente.
Y una vez que has trabajado en controlar tu mente, traspasar tus miedos y encontrar tu pasión, toma decisiones radicales y suelta lo que debas soltar. Recuerda que lo que te ata a la monotonía son los miedos a lo desconocido, al futuro, al éxito y al disfrute. Sin embargo, ahora sabes algo muy importante:
Yo Soy el cambio; Yo me convierto en el cambio; el cambio Soy Yo.
Si te gustó este artículo y quieres profundizar más en este tema, te recomiendo que leas el artículo anterior: https://rosannabiglia.com/la-vida-en-la-tierra-cambiara-para-bien/
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