Aprende a jugar el juego de la vida

Aprende a jugar el juego de la vida

Es mi mayor deseo que mi palabra sea dirigida por la Presencia Yo Soy y pueda comunicarte toda la profundidad de esta enseñanza tan bonita e ilustrativa. Espero poder transmitirte esta inspiración que he tenido en perfección divina, porque vamos a jugar con la fantasía y la realidad.

Es algo muy importante saber jugar con la fantasía y la realidad. Recuerda que el cerebro no distingue entre ambas. Abre tu imaginación; te llevaré a un mundo nuevo en el que la fantasía y la realidad son dos caras de una misma moneda. Para empezar, imagina que la vida es un juego.

Todo lo que ves a tu alrededor es un juego, y no una «realidad» dura y cruda de la que no puedes escapar. Ahora vamos a cambiar nuestra visión y a imaginar que somos seres eternos que vivimos en un lugar paradisíaco, donde somos súper poderosos. Todo lo que pensamos lo manifestamos.

Suena bien, pero si reflexionas un poco sobre ello podrías encontrar que en este paraíso la vida eterna puede hacerse muy aburrida. Entonces hay que divertirse un poquito. Comer caviar de vez en cuando es una delicia, pero si te lo sirven todos los días llegará un momento en que te harte.

Hemos planeado un juego

Conozco personas que habitan en auténticos paraísos terrenales y no valoran lo que tienen. Yo misma vivo en un lugar hermosísimo y siempre doy gracias por no haber nacido allí, porque puedo apreciarlo mejor. Tiene todas las condiciones que me gustan: Montaña, mar y buen clima, con sol todo el año y calor en invierno.

Es un lugar alegre, lleno de gente sonriente y solidaria, a la que siempre les digo que agradezco ser nativa de otro sitio. Cuando me contestan extrañados: «¿Cómo es eso?», les respondo: «Viniendo de fuera puedo valorar lo que hay aquí. En cambio, ustedes que nacieron en este sitio y están en él a diario no van en todo el año a la playa».

Algunos amigos y yo nos plantamos mirando el mar y decimos: «Qué privilegiados somos». Las amiguitas de mi hija que nacieron aquí no van a la playa en todo el año. Tienen algo maravilloso justo ante sus ojos y no lo ven. Tener tanto paraíso a veces nos obnubila. Necesitamos sacudir un poco esta eternidad que poseemos.

Y para ello planteamos un juego. Su primera regla es: «Jugaremos en un lugar donde no recordaremos que somos súper poderosos, y a ver que sale de todo eso«. Si nos explicamos la vida como un juego entenderemos como es en realidad y le daremos vuelta a lo que vivimos. Así podremos elegir siempre el mejor camino.

Engaña a tu cerebro

Como te decía antes, vamos a jugar con la fantasía y la realidad, porque el cerebro no distingue entre ambas. Entonces le diremos que en vez de vivir solamente en el planeta Tierra, en realidad somos seres universales que hemos venido a jugar aquí. Esto te permite cambiar la percepción de lo que vives.

Puedes decirle a tu cerebro: «Esto es un juego; quiero ser el mejor jugador y llegar a la meta». ¿Cuál es esa meta? Cualquiera que desees. No hay solamente una. Cuéntale a tu cerebro: «Esto que estoy observando y que me está contando Rosanna es la verdadera realidad». Es la realidad pura y dura, y la única que existe.

Esta es una de las verdades más grandes de todo el Universo. Todos lo tenemos, y por ello, todos somos dioses en acción. Todos somos Presencia Yo Soy. Un árbol, una mosca, un conejo o un átomo de oxígeno también lo son. No encontrarás algo que no lo sea.

De esta manera, ahora puedes regresar al juego con el conocimiento de tu poder infinito. Ahora debes aprender a usar ese poder a tu favor, porque de hecho siempre lo estás usando, pero lo haces de una manera descontrolada. O mejor dicho, debes aprender a dirigir ese poder.

Tu poder puede ser usado para la luz o la oscuridad

Ese poder que tienes y que todos tenemos, esta Presencia Yo Soy, sirve tanto a la luz como a la oscuridad. Aquí reside la esencia del juego. La Ley de la Polaridad establece que todo es luz y oscuridad al mismo tiempo, y para jugar necesitas los dos polos. Es por esto que este poder puede ser usado por un lado u otro.

Sigamos imaginando: Estabas aburrido en esta eternidad y has decidido ponerte a jugar, igual a cuando estoy aburrida un domingo y me voy al cine. Como somos súper poderosos, tuvimos que desarrollar un juego grandioso. No era cuestión de plantear un juego de mesa donde a las dos horas se acabó el tema.

Somos tan grandes que tenemos que echar a andar un juego enorme, en el cual todos vamos a interactuar y todos somos los creadores. Cada uno de los participantes juega un papel. Nos ponemos de acuerdo y cada jugador asume un rol. Yo elegí mi rol. Tú has elegido el tuyo, y para que yo pueda manifestar mi rol necesito de ti.

Un arma maravillosa y letal

Para que puedas manifestar tu rol, necesitas de mí, y de éste, y de aquél, y de todos. No olvides que posees un poder enorme y que es como un arma de luz parecida a un sable láser de La Guerra de las Galaxias. La imagino en mi corazón y es una luz descomunal y muy potente. No tiene límite alguno, tanto para el bien como para el mal.

Puede ser usado para construir o para destruir. Ahora vamos a ponerle a esa súper arma dos colores: Blanco para la luz y rojo para la oscuridad. Esa súper arma se activa con tus pensamientos y sentimientos. No tiene un mecanismo de apagado y encendido. Es intuitiva: Al momento de tener un pensamiento y un sentimiento, se activa.

Ante esto, debes aprender a jugar muy bien, porque al mínimo detalle se te enciende una luz blanca o roja proveniente de un arma propia de un gran Dios. Es altamente constructiva o absolutamente letal. Se dispara y a veces haces cosas de las que luego te arrepientes.

En realidad todos somos iguales: grandiosos, inmensos y bellísimos, pero a veces se nos ha disparado el arma de forma errónea. La activaste intuitivamente y sin control.

¿Qué pasa si usas tu poder desde la oscuridad?

Sin importar desde donde actives tu poder, realizas procesos creativos perfectos. Aunque te encamines por el lado oscuro, estás haciendo bien tu trabajo, porque en este juego necesitamos que haya luz y oscuridad. Cumples un papel que permite al otro manifestar su luz.

Pero esa elección que has hecho tiene un precio. En vez de disfrutar, estás sufriendo. Considera que sufres para que el otro disfrute. Jugar desde el lado oscuro también es una entrega, lo que significa que hasta el acto más horrible que puede realizar un ser humano es perfección y es grandioso.

Si te dejas llevar por emociones negativas, disparas el arma desde la luz roja y ya no puedes detener ese disparo, a menos que decidas, haciendo uso de tu libre albedrío, volver a usar tu Presencia Yo Soy y pasarte al otro lado. Cada instante de tu vida decides usar el arma desde un lado u otro.

Es un proceso fácil, pero al ser tan intuitivo y tan sutil se hace difícil. Ahora bien, estoy segura que deseas manifestar perfección desde el lado de la luz y no de la oscuridad. Recuerda que el lado de la oscuridad necesita de tu entrega. Para que uno manifieste paz necesita que otro manifieste inquietud. Deben presentarse las dos partes.

Casi siempre realizas tus elecciones de forma inconsciente, pero aquí también actúa el libre albedrío, ya que has seleccionado esas posibilidades inconscientemente.

¿Qué pasa si usas tu poder desde la luz?

Como te mencioné antes, todos tus procesos creativos siempre manifiestan perfección, pero en este caso lo harán desde la paz, la armonía, el gozo y la expectativa. Usas tu poder creador conectado con la Fuente, sabiendo que eres un Dios en acción que ha venido a jugar y que disfruta del juego.

Depende de ti convertirte en un jugador gozoso o sufridor, y también el que llegues a la meta que deseas. Todos llegamos a una meta, tanto los que han jugado desde la luz como desde la oscuridad. Hay infinitas posibilidades de metas, pero la inmensa mayoría no son las que anhelas.

Así pues, si deseas alinearte con la luz debes convertirte en un ser humano consciente. Tienes un arma que es tan poderosa, intuitiva y sutil que si no eres extremadamente consciente y despierto en su uso, te meterás en problemas una y otra vez. Vivirás en una montaña rusa. De aquí se desprende la importancia de despertar.

Todo lo que te he dicho hasta ahora tiene como objetivo animarte a ver la vida como un juego y que empieces a observar todo aquello que puede hacerte jugar conscientemente y muy despierto. De esta manera usarás a tu favor el arma que posees.

Sé cuidadoso

Este proceso equivale a estar al volante de un Lamborghini de 600 caballos de fuerza. Antes de acelerar a fondo, debes probarlo y tener un guía a tu lado, hasta que te familiarices con su manejo. Si no controlas la colosal potencia del motor, ten por seguro que te estrellarás la primera vez que conduzcas ese auto.

Conozco el caso de una persona que estrelló un Lamborghini el mismo día que lo estrenó. El acelerador de un súper deportivo es un mecanismo extremadamente poderoso y sutil, y si lo accionas sin control puedes perder 500 mil euros en un instante, si no es que la vida misma. Puede convertirse en un arma letal.

El poder que tienes es exactamente lo mismo. Es un arma enorme y fantástica, pero si no sabes usarla, te lleva a lugares y situaciones que no deseas, y que son las que probablemente sufres ahora mismo. Para usar tu poder desde la luz debes trabajar muchísimo en ti, porque manifestarás todo lo que pienses, sea luminoso u obscuro.

Sé consciente

Existe un camino más fácil, que es el estar consciente de tus frecuencias vibracionales. Si estás en paz, alegría y gozo, eso será lo que alimente tu poder creador. En cambio, si estás enojado, con deseos de venganza, corroído por los celos y lleno de insatisfacción, te sentirás atrapado y esclavizado.

Te sentirás víctima de personas tóxicas que te juzgan y critican, y responderás a ello juzgando, criticando, manipulando y controlando seres y situaciones. Al hacerlo, usas el arma del lado oscuro. Lo haces perfectamente, y por eso mismo te causas un enorme daño. La disparas y la bala regresa a ti como un bólido electrónico.

Mientras tanto, el ser que está del lado de la luz ni se entera. Todo ese daño que estás haciendo regresa indefectiblemente a ti, así que cuando juzgues, critiques, te llenes de odio, busques venganza, te sientas víctima, controles o manipules, acuérdate que estás usando un arma letal y que el primero en salir herido serás tú mismo.

Le harás daño a tu cuerpo físico, destruirás tus relaciones y arruinarás tus finanzas. Por si fuera poco, también dañarás a los seres que más amas, porque inundas todo lo que está a tu alrededor con tu oscuridad. Así que cada vez que te sientas con ánimo de criticar, acuérdate que tienes un arma letal en las manos.

Tu frecuencia vibracional indica desde donde juegas

Si estás del lado de la luz, ojo, porque puedes ser inundado y contaminado por el lado oscuro. Si estableces una conexión con la oscuridad, caerás en ella. Si has bajado tu frecuencia vibracional y das pie al miedo, has pasado al otro lado y empiezas a jugar desde allí.

Por eso es tan importante el uso correcto de esta arma. La mejor manera de calibrar si lo estás haciendo bien es medir tu frecuencia vibracional. Es un sensor genial que nunca falla. ¿Estás bien? Estás del lado de la luz. ¿Estás mal? Estás del lado de la oscuridad. Es muy fácil.

Entonces, en el momento en que descubras que estás del lado desfavorable, trabaja de inmediato en ti como un obrero para volver a cruzar hacia el otro polo y continuar el juego desde allí. Esto es importantísimo, e incluso se menciona de forma específica en el Libro de Oro de Saint Germain con respecto a los que siempre piensan en los otros.

Saint Germain establece que en vez de jugar en forma individual, esas personas están pensando en cómo levantar la frecuencia del otro, en cómo ayudarlo, y siempre están sintiendo pena o lastima por los demás. Con ello están observando la oscuridad en el otro, y al hacerlo se van hacia ese polo del juego.

Permite que la luz descienda sobre la Tierra

Jugamos de forma individual

Saint Germain afirma que los demás tienen el mismo privilegio que tú de alinearse con Dios. Si no lo hacen, no es asunto tuyo. Incluso si es tu hijo, marido, esposa, madre o padre quien no lo hace. Esto significa que es un grave error permitir que la lástima por otro nos arrastre a condiciones destructivas.

La lástima te entrelaza a la desgracia del otro. Te saca de tu foco por completo. Saint Germain concluye esta parte de su enseñanza recomendando a los estudiantes decir Yo Soy la única presencia actuando allí. Eso es lo único que puedes hacer por el otro. No te entrelaces en la desventura de los demás.

El otro, llámese hijo, nieto, abuelo, padre, marido, esposa, jefe o lo que sea, no te puede arrastrar a tomar actitudes destructivas porque estás sintiendo lástima o quieres sacarlo de su situación actual. Esa es su elección y está manifestando la perfección acorde a ella. Cuando uno elige en este juego todo es perfecto.

Entonces la única forma de no dejarte arrastrar es dedicarte solamente a ti, porque este juego es individual. Así, cada vez que te encuentres con un jugador que está del lado opuesto al tuyo, no bajes la guardia. Cuando observes que otro está jugando con el arma en color rojo, di: Yo Soy la única presencia actuando allí.

Tu arma es Presencia Yo Soy. No es Presencia Tú Eres, y tampoco Presencia Él Es. Nunca observes la oscuridad en el otro, y así no te entrelazrás con ella.

Decretos para iluminarlo todo

Supongamos que alguien te está criticando y eso te pone fatal. Tu reacción ante dicha crítica te entrelaza con quien la expresa y te arrastra hacia condiciones destructivas. En ese momento, detente. Utiliza tu arma en color blanco y repite: Yo Soy la única presencia actuando allí. Eso es lo único que debes observar.

Cuando te encuentres con un jugador que ha activado su arma en rojo, saca tu arma blanca y dispara ese decreto. Imagínatelo de esa forma para que te sea más fácil salir de esos entrelazamientos destructivos. Tienes el poder. Es tu Presencia Yo Soy, y al decretar lo anterior aniquilas la oscuridad.

Mira que fácil es: Ves la oscuridad en el otro, dices Yo Soy la única presencia actuando allí, y se ilumina todo. Juega de esta forma e imagina que la realidad es exactamente como te la he contado. Te será fácil dar media vuelta e irte sabiendo que tienes el poder de tu Presencia Yo Soy, y con ella, el arma más poderosa del mundo.

Sabes que puedes destruir la oscuridad solamente con hacer actuar la Presencia Yo Soy. No existe algo que no puedas realizar con ella, porque en el momento que dices Yo Soy la única presencia actuando allí, iluminas a ese jugador oscuro. Has cambiado el juego por completo. Ese decreto es la bala de plata de tu arma.

No tienes que hacer nada más. Das media vuelta, tte vas de ese lugar y sigues jugando tu juego de manera individual desde el lado que has elegido.

El secreto está en saber qué es lo que deseas

Puedes elegir jugar desde la luz o desde la oscuridad: Todo es perfecto, porque se necesitan jugadores de ambos lados. Todo está bien y nada se juzga. En definitiva, si tienes que jugar con el arma letal activada en rojo te estás haciendo daño a ti mismo, pero si te mantienes del lado de la luz, necesitas oscuridad.

Entonces debes agradecer a ese jugador oscuro porque se está entregando para que puedas manifestar tu luz. Agradécele, pero no te entrelaces con él. Así, el secreto está en saber lo que deseas. ¿Quieres armonía? En ese caso debes elevar tu frecuencia vibracional. Todo lo que desees lo puedes manifestar.

¿Deseas vengarte? Bienvenido. Vete hacia aquel lado y véngate. ¿Deseas amor? Manifiéstalo, al igual que la sabiduría, la paz o la alegría. Elige a través de tu libre albedrío y no juzgues al que eligió el lado opuesto al tuyo, porque lo necesitas. Más bien preocúpate por disparar tu arma e iluminar la oscuridad.

Este es un juego hermoso. Dispara a la oscuridad para que se ilumine y siempre mide tu frecuencia vibracional. En cualquier caso, no sientas culpa. Si en este momento descubres que ejerciendo tu libre albedrío has decidido jugar del lado de la oscuridad, está bien. También tienes el libre albedrío para manifestar luz.

Tu decisión es perfección

Si no quieres sufrir más, empieza a trabajar para elevar tu frecuencia vibracional y alcanzar la luz. Solo recuerda que para conseguirlo necesitas auto control y auto corrección constantes las 24 horas del día, siete días a la semana, 365 días del año y minuto a minuto.

Entonces, ¿qué es lo que deseas? Lo que decidas es perfecto para mí y para todos. Cada uno va a vivir su propia experiencia en forma individual. Nadie la vive por el otro.

Si no me gusta lo que veo, disparo: Yo Soy la única presencia actuando allí. Haz eso todo el día y todos los días.

Vas a tener que disparar infinidad de veces para poder permanecer en la luz. Literalmente, empieza a jugar, porque cuanto más juegues, más divertido es esto. Estarás más alegre, te sentirás más empoderado y podrás manifestar tu grandiosa condición divina. Cambia el chip de tu mente.

No estás en medio de un pantano pestilente; estás jugando en un hermoso jardín, y en este juego hay que saber usar el libre albedrío. No olvides que tienes un arma con poder infinito. Es hermosa pero se dispara en forma intuitiva y rapidísima para un lado o para el otro. Hay que saber usarla.

Debes ver perfección para que tus procesos creativos funcionen a tu favor

Todos llegamos a la meta en forma individual

En este juego, nadie llega acompañado a la meta. Todos llegamos a ella sin importar si hemos jugado del lado de la luz o de la oscuridad. En efecto, aparentemente hay ganadores y perdedores, aunque desde mi punto de vista todos ganan algo. En realidad, ganar y perder es subjetivo. De algún modo, todos somos ganadores.

Llegas a una meta o a otra dependiendo del lugar donde estás jugando. Si estás del lado de la oscuridad también vas a llegar a tu meta, pero no sabes lo que se te va a deparar. Puede ser que te tengas que ir, como en los reality shows. Es probable que te nominen y te digan: «¡Fuera de aquí!». Y se te acabó el juego.

Game over. Sin embargo, como has dejado mucha basura, vas a tener que volver y jugar de nuevo, aquí o en cualquier otro sitio. Vas a tener que enfrentar esa oscuridad que has dejado, y es probable que ese enfrentamiento cara a cara con la oscuridad sea lo que estás viviendo ahora.

Eso es lo que tienes que sanar mediante el auto control y la auto corrección, ya que este juego es individual. Así pues, deja de alinearte con los demás y deja de querer ayudarlos. No intentes solucionar la vida de los otros, porque ellos también están siguiendo un camino de libre albedrío armados de un poder infinito.

Ámalo todo

Todas las personas deciden por sí mismos todo lo que hacen en sus vidas. No hay algo que no sea una decisión propia, por más que te metas a controlar, manipular o intentar cambiar a los demás «en nombre del amor». El verdadero amor es aceptación. El amor puro es aceptar a todos los participantes de este juego tal cual son.

Debes amarlos a todos. Debes amar el odio, la venganza y la ira. Tienes que envolver todo eso, disparar tu arma: Yo Soy la única presencia actuando allí, y luego irte. Te repito: Deja de verte en el otro. Obsérvate, analiza qué hábitos y cosas debes cambiar, y trabaja sin cesar en ti para llegar a ser un maestro en el uso de este poder infinito.

Hay que aprender a usar esa arma con maestría para que mediante el uso de tu libre albedrío decidas jugar desde un lado u otro de manera consciente. Decidas lo que decidas, está bien. Es perfecto. Y a la meta que llegues también es perfecto. No existe algo imperfecto porque estamos jugando.

La clave consiste en vibrar alto

La luz trae a ti felicidad, paz, armonía, sabiduría e información. Esta última es muy importante porque te permite jugar conscientemente. Quienes permanecen en la oscuridad están jugando con los ojos vendados. Disparan de manera descontrolada y casi siempre fallan.

Al disparar completamente a ciegas, muchas veces llegan a herirse a sí mismos, y ni hablar acerca del peligro que corren quienes interactúan con ellos sin defensa. En cambio, si estás en la luz, disparas de forma consciente afirmando Yo Soy la única presencia actuando allí y das justo en el blanco.

Mira que fácil es jugar a tu favor. Si te la pasas bomba y disfrutas del juego, por más que te toquen no te alterarán. Tienes la información necesaria, permaneces en la luz, cantas y te ríes mucho de este baile entre luces y oscuridades. Esa es la fórmula, porque a eso venimos.

Ilumínalo todo

Hemos venido a disfrutar y a divertirnos, porque si no lo hacemos la eternidad puede llegar a ser muy aburrida. Has venido a participar de un juego; entonces, sé luz para jugar alegre, reuniendo información y alcanzando sabiduría. Las pistas aparecen cuando estás jugando del lado de la luz.

Así que vibra alto. Esa es la única fórmula para ganar este juego maravilloso en el cual estamos todos metidos. No se salva nadie. Aquí, además de jugadores, hay árbitros, guías y maestros que nos dan pistas y un cuerpo de seguridad angélico que nos cuida. Tenemos de todo un poco. En este juego no falta nada.

Si necesitas seguridad, busca al cuerpo de seguridad. Si necesitas guía, busca a los maestros y guías. Si necesitas información, pídesela a tu Presencia Yo Soy.

Conviértete en el mejor jugador, ya sea que estés de un lado o del otro. Juega de la mejor forma posible, y si estás del lado de la luz, ilumínanos a todos.



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