Debes saber esto para conseguirlo todo

Quiero dedicarle este artículo a los niños, porque si desde hoy aprenden lo que contiene y empiezan a vivir cuánticamente, podrán llegar muy lejos cuando crezcan. Ya hay muchos padres que instruyen a sus hijos en el uso de su Presencia Yo Soy. Si esos niños la conocen desde pequeños, saldrán del dolor por siempre.

El mejor regalo que les puedes dar

Este regalo del uso de su Presencia Yo Soy incluye el mostrarles con hechos y no con palabras lo que es vivir empoderado y sin apegos. A este respecto hay algo importante que muy probablemente todavía no sabes y que te falta asimilar para poder conseguir todo en tu vida.

Actualmente, a partir de los conocimientos que te he impartido, estás muy al tanto de tus visiones y creaciones. Intentas mantener alta tu frecuencia vibracional. Sabes decretar con tu Presencia Yo Soy y lo haces teniendo muy presente que decretar por otros te entrelaza kármicamente con ellos.

También sabes que mantenerte en tu única visión es esencial. Todo lo anterior te permite acceder a otro nivel de existencia, pero hay algo más; algo fundamental y que pocos tienen en cuenta. Eso los hace fallar, a pesar de todo el buen trabajo que han realizado.

Todo tiene un principio y un fin

Sin más preámbulo, lo que debes saber es que todas las cosas tienen un principio y un final. Todo en este plano físico tiene un nacimiento y una muerte. A cada segundo, algo de nosotros muere y se renueva. De esta manera, hay ciclos en nuestras vidas que han terminado, y eso es muy difícil de reconocer.

Resulta fácil reconocer si un proceso creativo ha iniciado. Tienes una visión, una meta, y empiezas a fluir, hasta que empieza a manifestarse el decreto que has expresado o aquello que has pedido. En ocasiones te has dado cuenta tarde, pero eso también es bueno. Quiere decir que te desapegaste hasta de tus propias creaciones.

Un día miras para atrás en tu vida y dices: «¡Madre mía, justamente eso es lo que yo había pedido!». En todo caso, reconocer el principio de un proceso no es tan complicado. Puedes retrotraerte al pasado y decir: «Cuando hice este cambio, cambié yo y mi mundo empezó a cambiar».

El problema reside en saber poner punto final a las cosas que ya han concluido. El finalizar relaciones y circunstancias requiere una sabiduría única. Para poder hacerlo debes deshacerte de muchas memorias, que son densidades que te envuelven y provocan que no puedas escuchar a tu intuición, que es tu Presencia Yo Soy.

Hay seres que se van de esta vida a causa de una enfermedad generada por no cerrar ciclos a tiempo. Recuerda que eres el creador de todo lo que ha ocurrido en tu vida.

Inicia tu despertar cuántico

El apego es el origen de todos tus males

¿Y sabes por qué? Porque no puedes concluir ciclos en tu vida si estás apegado a personas, cosas, lugares, y a esa zona de confort donde te has acostumbrado a vivir aunque te sea doloroso. Te has habituado a tus circunstancias y entonces argumentas una y mil justificaciones para no desapegarte.

He escuchado cientos de excusas, todas ellas válidas para quien las plantea, pero no para la dinámica del Universo. La dinámica universal no escucha justificaciones ni excusas. Solo sabe que tú creas lo que viene a ti, y mientras estés apegado a algo, no puede traerte eso que quieres porque no le das espacio.

Nunca te apegues a las cosas que ya están en su fase final y por lo tanto deben irse de tu vida. Así pues, pregúntate cuántas cosas debes cerrar hoy mismo. Estoy segura que puedes saberlo en una milésima de segundo. Lo sabes de cierto, y sabes que has puesto miles de excusas para no hacerlo.

El problema reside en que esas miles de excusas no se escuchan en el campo cuántico. En él, los átomos permanecen suspendidos, esperando que les des pista para aterrizar, y sólo puedes hacerlo cuando cierras un ciclo y abres otro. Es ahí cuando permites el movimiento de la energía requerida para que algo suceda.

Reconocer el final de un ciclo requiere maestría

Puedes alcanzar este gran conocimiento una vez que te unes a tu Presencia Yo Soy. Eso es lo más importante que debes hacer. Es lo único a lo que he dedicado mi vida. Mantenerte unido a esa Presencia Yo Soy es todo un trabajo, pero es menester realizarlo si deseas liberarte de los apegos que te unen a lo que debes cerrar.

¿Y sabes qué son esas miles de excusas? Todas las memorias que están en tu mente inconsciente, misma que te cuenta cosas todo el tiempo. Te hace recordar circunstancias y situaciones dolorosas del pasado, porque te está previniendo ante ellas. Desgraciadamente, esa prevención aparece en tu vida a través del miedo.

El miedo es una coraza que has construido para que no te vuelva a pasar lo que alguna vez te pasó a ti o a tus ancestros, o que le pasó a alguien más y observaste uniéndote a la consciencia colectiva. Fíjate cuántas formas distintas tienes de recabar información en tu mente inconsciente.

Esa información produce miedo, y ese miedo es quien te dice: «¡No lo sueltes! ¿Qué tal si te quedas sin comida y techo? ¿Qué tal si no encuentras a alguien que quiera compartir tu vida? Es mejor malo conocido que bueno por conocer». Y así, te quedas en esa zona de confort que conoces bien y es tan difícil de abandonar.

Necesitas moverte

Debes traspasar a diario el miedo a salir de esa zona de confort. Hay muchas personas que utilizan defensas psicológicas para no hacerlo. Son súper estructuradas y perfeccionistas; todos los días hacen exactamente lo mismo. Se levantan, comen y duermen a una hora fija y permanecen 30 años en el mismo trabajo.

Eso es apego. A muchos de estos individuos no les falla nada externamente, pero están plagados de problemas físicos, sobre todo en sus sistemas estructurales: Huesos, articulaciones, tendones y músculos. Todas esas estructuras corporales necesitan moverse. Si permaneces en una rigidez absoluta las destruyes.

A causa del miedo a no fallar exteriormente destruyes tu interior. Tienes todo bajo control, pero no eres feliz. Lo sé porque me lo está contando tu cuerpo físico a través del dolor que sufres en este instante, y que es provocado por no saber cerrar ciclos cuando ya han concluido.

Si existe una máxima que deberías grabar en tu corazón, es: Todo tiene un principio y un final. Te lo dice tu Presencia Yo Soy cuando te conectas con ella.

Trabaja en ti mismo para saber cerrar ciclos

Todo lo que no se ha cerrado está enquistado en ti y te provoca sufrimiento. Debes alejarte de personas tóxicas, abandonar hábitos nocivos y terminar con la fuente de emociones tales como el odio, el resentimiento, la envidia, la competencia y los celos. Este es un trabajo personal, en el cual debes eliminar tus propias densidades.

No pierdas tiempo. Necesitas trabajar para permitirle a tu mente liberarse de la batalla constante entre el ser y el deber ser. Hemos aprendido a ser como nos dijeron que debíamos serlo. Hay una diferencia muy grande entre esas dos cosas, y casi todas las personas toman decisiones de acuerdo a lo que deberían ser.

Debes ser un buen hijo, un buen marido, una buena esposa, un buen socio o un buen empleado. No digo que hay que dejar de ser bueno, pero debes manifestar tu verdadera esencia en cada una de las circunstancias de tu vida sin tener que moldearla de acuerdo a lo que los demás esperan de ti.

La gratitud te eleva a la energía del amor

Una nueva forma de vivir

Si no puedes cerrar lo que debe terminarse, debes trabajar en tus memorias, eliminando densidades para permitir que tu mente se libere y deje de batallar. ¿A quién no le gustaría poder ser lo que de verdad es? Sería fantástico vivir sin ataduras, sin compromisos y sin apego a normas puramente humanas.

Esto resulta particularmente importante para aquellos que son extremadamente estructurados y perfeccionistas. Hay muchos que aprendieron a serlo desde la niñez más temprana para no equivocarse y evitar que algo saliera mal, en un absurdo afán de apegarse a los resultados.

También hay que desapegarse de los resultados y del querer mostrarse como una buena persona. Un ser conectado con su Presencia Yo Soy es bueno por naturaleza. No existe la maldad en él. De hecho, dentro de este Universo el amor es omnipresente. En él no existe la maldad, así que no tiene caso aparentar ser bueno.

Practica siempre el desapego

Preocúpate por manifestar tu propio ser, y la bondad nacerá de forma natural en ti. Todos podrán verla. En cambio, el apego a esas normas que te obligan a guardar las apariencias te hacen sentir el rechazo de los demás. Estás manifestando el «parecer ser», y eso no te lo creen, porque no llega a sus corazones.

Manifiesta tu verdadero ser, conecta con ese amor que eres, y el amor vendrá a ti. Los que te rodean empezarán a verte distinto, porque la bondad aflorará en ti naturalmente, sin tener que hacer un esfuerzo por aparentarla. Eso es lo mejor que puedes hacer. Así pues, desapégate de las normas que te han heredado.

Y también de las exigencias y de todo lo que te dijeron que hay que hacer. A este respecto, incluso hay seres que tienen mandatos, como cuando los padres dicen: «Eres la única mujer de esta familia, y por lo tanto debes quedarte con nosotros». En realidad, lo que debes hacer es desapegarte de ese mandato cuanto antes.

Tu intuición debe guiar tu decisión

Desapégate y entra en el campo de las infinitas posibilidades para solucionar esa situación. Eso de dejar la vida por otros en aras del cumplimiento de las normas familiares puede destruir tu propia vida. Debes ponerle punto final a todos esos mandatos y patrones heredados.

De ellos afloran los miedos a no ser bueno, a la responsabilidad y a ser herido, porque puedes creer que si no cumples el mandato alguien te castigará. Hay muchas más cosas de las que debes desapegarte de las que crees; no son solamente una casa, un trabajo o una relación tóxica.

Una vez que te liberas y aprendes a practicar el desapego, debes dirigir esta intuición hacia todos los ámbitos de tu vida. Las mejores decisiones que has tomado han sido aquellas en las que has sido dirigido por tu propia intuición. Hasta el más estructurado ha tomado una decisión intuitiva alguna vez.

Y estoy segura de que fue la mejor de todas ellas. Si buscas en tu historial, muy probablemente encontrarás circunstancias en las cuales se manifestó una decisión intuitiva que te hizo muy feliz. En ese momento alcanzaste un desapego natural al lograr sostenerte en tu Presencia Yo Soy.

El camino a seguir

Una vez que logras sostenerte en ella, es la intuición quien te dirige, mientras tú fluyes como un río por la vida. Sin sobresaltos, unido tu Presencia Yo Soy, en armonía y paz. Eres adorable, generoso y bondadoso, porque estás en plenitud. El vacío existencial provocado por la insatisfacción constante que tenías no está más en ti.

Empiezas a vivir de verdad. Este camino está marcado por la unión a tu Presencia Yo Soy. Dejar que te dirija es decisión tuya. Ese es el camino que debes seguir si deseas alcanzar tu propia ascensión. No te será posible ascender mientras haya apegos en tu vida, porque éstos te atan al dolor.

No olvides que el origen de todo tu dolor es el apego. Si sufres una pérdida de armonía, estarás estresado. Si es una pérdida de salud, estás enfermo. Si es la pérdida de un ser, estás en duelo, y si es una pérdida de dinero, estarás enfadado y resentido. En cambio, si no te apegas no tienes pérdidas.

El camino hacia tu despertar

Desapégate de lo que te esclaviza

Puede ser que en este momento estés enfrentando muchas situaciones en tu vida derivadas del apego. De otra forma ya estarías ascendido y sin dolor. Así pues, desapégate de normas, patrones, mandatos, y muy especialmente, de la necesidad de aparentar ser algo que no eres.

También debes desapegarte de ciertas formas de vida. Por ejemplo, muchas personas tienen un gran miedo al disfrute, y entonces no saben vivir sin drama. Por lo tanto, busca qué cosas te gustan en tu vida y llévalas a cabo para que puedas manifestar el disfrute. Anímate a buscar eso y desapégate de los «no me gusta».

Si suprimes un placer sensorial te perjudicas. Entrégate al placer de vivir un momento en que disfrutas de la totalidad de tus sentidos. Considera que cada vez que expresas un «no me gusta» te privas del goce de una de tus capacidades. Cambia tu modo de vida si eres adicto al trabajo y eso es lo único que haces además de dormir.

Cambia tu manera de vivir si estás en una relación tóxica, la cual puede ser de cualquier índole. Como hace años que están unidos, se apegan unos a otros.

Atrévete a cambiar

Fíjate qué sensaciones y emociones te produce el otro, sin importar quién sea. Hay vecinos, amistades, empleados, jefes, padres, madres, hijos, sobrinos, primos y nietos tóxicos. Hay lugares tóxicos a los que sigues yendo por apego y por el cumplimiento de normas autoimpuestas.

Atrévete a cambiar todo eso y observa lo qué pasa. También debes modificar hábitos alimentarios rígidos. No es la comida lo que te hace mal, sino el apego a lo que decidiste establecer como sano o nocivo. Lo mismo ocurre con los lugares de trabajo. Si tienen una energía densa no te conviene estar allí.

Y si eres el jefe, analiza cuánta densidad has creado alrededor de tu ámbito laboral. Esto es extremadamente importante, porque pasamos mucho tiempo de nuestras vidas dentro de esos lugares. Asimismo, puedes estar apegado a una propiedad por miedo a que un familiar te la quite.

O tal vez tienes miedo a mudarte, o a perder dinero. Así, ante el temor de encontrarte con algo que no te gusta, permaneces en una zona de confort inconfortable. Todo ese apego hace que tu cuerpo sufra. En cambio, el renovarte y decirle a lo que debe terminar: «Hasta aquí llegamos», te permite ascender.

Dale espacio a la energía

Existe otra cosa muy importante que debes saber si quieres un cambio en tu vida. Toda la energía nueva que viene hacia ti necesita espacio. Como te mencioné antes, está pidiendo una pista de aterrizaje, misma que despejas cuando te desapegas de personas, cosas, normas, circunstancias, patrones y mandatos.

Al apegarte a algo o alguien no creas el espacio para que suceda eso que quieres. Imagina que todo empieza a fluir y las cosas empiezan a moverse y a venir hacia ti. En ese momento debes dar espacio para que se pueda crear lo que deseas que suceda. No digas: «Mañana empiezo», porque ese mañana nunca llega.

El mañana llega cuando le abres espacio haciendo cosas. En eso consiste el primer paso con fe. Cuando pides algo, realizas una observación instantánea en el campo de las infinitas posibilidades hacia el electrón que tiene eso que tú quieres. En ese preciso instante la energía empieza a confluir alrededor tuyo.

Hoy es el día

Cuando pides algo, disparas al electrón. Éste toma nota al instante y pide pista. ¿Y qué debes hacer para despejarla? Cerrar ciclos desapegándote de personas, cosas, circunstancias, patrones y mandatos. Entonces puedes decir: «¡Acá estas! Aterriza y llega hasta aquí».

Eso es lo que tienes que hacer. La primera medida que debes tomar en este momento es ser consciente de todas las cosas que necesitas cerrar en tu vida hoy mismo, porque mañana la pista no estará habilitada. Empieza hoy mismo a desapegarte de todas las cosas.

Desapégate de casas, barrios, hábitos y formas de vida poco favorables. Empieza a moverte y busca realizar actividades que te gusten. No esperes a que llegue el momento ideal para hacerlo; hoy es el día del cambio. Deja de acatar mandatos que te impidan tener una vida o una familia propias. Tú también las mereces.

¿A qué le temes?

Lo siguiente es entrar en tu Presencia Yo Soy para vivir guiado por tu intuición y así saber cuándo un ciclo se acaba. Debes trabajar en el control y la corrección de tu mente para poder mantenerte y sostenerte en esa Presencia Yo Soy, ya que has creado densidades que debes corregir.

Tu Presencia Yo Soy te va a decir a través de la intuición cuáles son las cosas que ya están finalizadas para que puedas cerrarlas. Así permites crear el espacio que ocupará lo nuevo. Observa tus experiencias pasadas y comprobarás que cada vez que has hecho algo distinto se han abierto nuevos horizontes y hasta nuevos mundos.

Y como siempre digo, ¿a qué le temes, si eres un Dios vivo? Hoy es el día del cambio y tienes mucho por cerrar. Muy probablemente hay en ti ciclos que tenían que haber sido cerrados hace años. Al no hacerlo has vivido experiencias no deseadas, pero eso va a cambiar.

Continúa tu trabajo y empieza a cerrar ciclos en tu vida.

Ahora ya sabes lo que hace falta para conseguirlo todo.

 

 


Si te gustó este artículo y quieres profundizar más en este tema, te recomiendo que leas el artículo anterior: Cada pensamiento hacia el otro genera Consecuencias 

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